RE-PENSAR-NOS COMO TRABAJADORES DE LA EDUCACIÓN
Sin dudas, este mes que inicia y sobre todo su primer día será una fecha que difícilmente podamos olvidar, fecha en que rememoramos la lucha de los trabajadores por el reconocimiento de sus derechos. Hoy, 134 años después, los trabajadores nos encontramos enfrentando nuevas luchas, algunos la pérdida de un trabajo, el impedimento para salir a trabajar, o el cambio rotundo en la modalidad laboral, nuevos desafíos con una particularidad que nos sobrepasa.
La emergencia sanitaria que nos toca transitar a nivel mundial, inevitablemente nos invita a reflexionar acerca de una de las cosas que más nos dignifica como personas: “el trabajo”, palabra que en este tiempo más que nunca es sinónimo de riesgos, innovación, incertidumbre, creatividad, valentía, esfuerzo, pérdidas, y que invita a re-pensar cómo estamos y cómo lo estamos haciendo, y aquí me detengo a reflexionar sobre una de las profesiones que mayor impacto ha tenido socialmente, “la docencia”, profesión en la que nos hemos formado para la presencialidad, para la interacción cara a cara, para el contacto directo… profesión que hoy se encuentra transitando por caminos impensados, llámese a distancia, de la virtualidad, educación de emergencia, lo cierto es que la mayoría no se encontraba preparada, el mundo no estaba preparado para enfrentar una pandemia, y la educación no es la excepción, por ende, enfrenta un desafío extraordinario que nos interpela a pensar no sólo en el trabajo a realizar, sino en el otro, en su realidad, en su contexto, a pensar nuevas formas de reinventar propuestas pedagógicas que acompañen a ese otro, a los otros, y que los amparen.
Una vez más, este trabajo que requiere de la presencia ineludible del otro para existir, nos interpela a repensar los sentidos de esta profesión.
¡Feliz día colegas! ¡Feliz día a todos los trabajadores!
Prof. María José Persoglia