Cada 22 de abril, se celebra el Día Mundial de la Tierra, pero este 2020 sin duda alguna es particular, por dos razones:
- Se cumplen 50 años que una protesta para pedir un planeta menos contaminado se convirtió en la iniciativa para reflexionar cada año sobre el cambio climático y comprometer a los ciudadanos a cuidar el ambiente del que somos parte.
- El contexto mundial ante la pandemia, que amenaza nuestra salud y nos invita imperiosamente a cuidarnos entre todos, nos mostró que la naturaleza está más viva que nunca: cisnes y peces variados retoman su andar por los canales cristalinos de Venecia, leones se pasean relajados por las rutas turísticas de parques en África, el aire se respira más puro porque se redujeron las emisiones de gases contaminantes, los animales dominan su hábitat al reducirse el tráfico ilegal de fauna, las aves de nuestra región se toman el lujo de visitarnos en nuestros parques y jardines, y así se podría seguir la lista.
La crisis actual debe invitarnos a reflexionar seriamente y entender que los únicos que estamos alterando el curso natural del ambiente somos los humanos. Y tomando las palabras de un autor desconocido… “Queda como responsabilidad tuya y mía -como ser humano consciente y razonable que forma parte de este maravilloso mundo- informarte, ayudar y comenzar ya a cambiar. No somos dueños del planeta, ni de los recursos, empezar a cuidar a la naturaleza se convierte en una prioridad para la supervivencia del hombre”
O acaso, ¿hacen falta más pandemias para entrar en razón?
Escrito por: Gabriela Pividori
Gracias Profesoras Gabriela y Belén por la publicación.